
Se llamaba Anne, y, en el año 60, fue pionera en la ayuda técnica para la formación en la atención a las emergencias sanitarias
Mucho se ha avanzado desde entonces y sus congéneres siguen ayudando en esa formación, intentando parecerse cada vez más a los humanos, para que los alumnos se enfrenten a situaciones lo más similares posibles a las que se pueden encontrar en el “mundo real”.
Mucho ha cambiado la formación en la atención a la emergencia sanitaria
De utilizar a los propios pacientes o a reproducciones totales o parciales del cuerpo humano, e incluso a animales como el cerdo, para realizar la adecuada labor didáctica, se ha pasado a hacer uso de maniquís, que llegan a manifestar reacciones similares a las una persona.
Incluso, en los equipos más avanzados, reproducen hasta el dolor.
Para saber más de lo que suponen en la actualidad, en los procesos formativos de atención a la emergencia sanitaria, y sobre todo en los dirigidos a los profesionales de la medicina, hemos contado con tres médicos que mucho conocen de ellos.
Son Carmen del Arco, presidenta de Semes – Madrid y Jefa del Servicios de Urgencias del Hospital de La Princesa; Esther León, vicepresidenta de la Sociedad Española de Simulación y Seguridad del Paciente y responsable en la Universidad de Barcelona, del laboratorio de Simulación Clínica y Luis Sánchez, responsable del Servicios de Docencia e Investigacion del 061de Galicia.
Nos ha acompañado Jorge Vilaplana, gerente de Laerdal, empresa que creó, en ese año 60, a nuestra amiga (¿porqué no adjetivarla así, con lo importante que fue y es para nuestra salud?) Anne.
Yo me he quedado sorprendido de la importancia de estos equipos.
Si escucháis el programa, me entenderéis.
Rafa Moro
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